¿Qué es el Chemobrain?
El Chemobrain, traducido como quimiocerebro, hace referencia al deterioro cognitivo que se produce como consecuencia del tratamiento para el cáncer. Este efecto secundario empeora la capacidad de funcionar del cerebro. Como su propio nombre indica, este el chemobrain está relacionado, sobre todo, con la quimioterapia. No obstante, también podría darse con la terapia hormonal, la radioterapia o tras la cirugía de un tumor.
No se conoce la causa exacta y puede ocurrir en cualquier fase de la enfermedad. Suele desaparecer o mejorar mucho tras finalizar el tratamiento, aunque en ocasiones los efectos permanecen y se extienden en el tiempo. El hecho de que no sean tan visibles como la caída del pelo o los cambios en la piel o el peso puede llevar a pensar que no son síntomas tan importantes. Pero la realidad es que las secuelas cognitivas generan mucho sufrimiento y requieren de especial atención en pacientes oncológicos.
Los efectos del Chemobrain pueden dificultar el día a día a la hora de realizar las tareas cotidianas, de ejercer un trabajo o de relacionarse socialmente con el entorno. Quizás lo que el paciente anteriormente llevaba a cabo de manera automática ahora le suponga un esfuerzo mental que, sumado al cansancio físico, haga que abandone la actividad o que ni siquiera la inicie.
¿Cuáles son los síntomas del Chemobrain?
El deterioro cognitivo producido se puede manifestar en diferentes áreas y no todos los pacientes experimentarían los mismos síntomas, pudiendo sentirse identificados con unos y no con otros. Por ello, las intervenciones se harían individualizadas y se trabajaría con lo que a cada cual más le afecta. Entre tales síntomas se encuentran:
- Desorientación espacial y temporal: no saber cómo llegar a un sitio conocido o en qué día o año estamos.
- Problemas de memoria a corto plazo: “me olvido de las cosas”. No retener nombres, caras, fechas, sucesos…
- Problemas de memoria semántica: “no me acuerdo de las palabras”. No poder completar las frases por no recordar el vocabulario aprendido.
- Problemas de atención sostenida y falta de concentración: fácil distracción. Dificultades para leer un libro, ver una película, seguir una conversación…
- Problemas de atención dividida: “no puedo hacer dos cosas a la vez”. Actividades que antes se hacían sin pensar ahora requieren de una implicación que impide atender a más estímulos.
- Velocidad de procesamiento reducida: “me cuesta pensar”. Procesamiento de la información más lento, dificultad en el razonamiento, sensación de aturdimiento o confusión mental.
Todos estos síntomas suelen ser reversibles y remitir con la recuperación del cáncer. Sin embargo, sería conveniente que el paciente notifique al equipo médico si dichos efectos le preocupan e interfieren en su vida diaria, para que los especialistas puedan intervenir y ayudarle a resolverlos o mitigarlos.
¿Cómo hacerles frente?
Existen, por un lado, múltiples estrategias para afrontar el Chemobrain que se pueden practicar como: el descanso, la buena alimentación, el cumplimiento de rutinas, el reparto de tareas según el momento del día y el estado mental, la estimulación cognitiva mediante crucigramas o juegos de mesa, el orden o asignación de un lugar para cada cosa, la agenda y las listas para evitar olvidos…
Por otro lado, hay tratamientos neuropsicológicos más especializados como la rehabilitación cognitiva que tratan de frenar o revertir el deterioro cognitivo a través de actividades que trabajan la función cerebral y van aumentando de dificultad, que enseñan cómo funciona el cerebro y proporcionan recursos para la planificación de tareas y el uso de recordatorios.
Asimismo, la meditación ayudaría a tomar conciencia de los síntomas, a practicar la atención selectiva, a manejar la frustración y poder transformarla en aceptación, a vivir las experiencias con atención plena pese a las dificultades.
Por último, el ejercicio físico también sería un buen aliado para mejorar el rendimiento cognitivo y recuperar la capacidad de concentración que, junto con la activación corporal produciría un aumento del estado de ánimo.
Pasos para actuar frente al Chemobrain
Lo primero que haría el paciente sería registrar su Chemobrain: en qué habilidades le afecta, cuándo le ocurre, con qué frecuencia y en qué grado. Lo segundo, llevarle el registro al médico junto a una lista de las preguntas que le gustaría consultarle. Puede pedirle a un allegado que le acompañe a las citas si se siente más seguro. Y lo tercero, solicitar un neuropsicólogo si su oncólogo se lo recomienda, para que evalúe su funcionamiento cerebral y le indique cómo lidiar con el deterioro de forma más precisa.
Psicóloga con máster de Psicología Clínica en Terapia de Conducta y máster de Actualización en Intervención Psicológica y Salud Mental
Un comentario
Hola! Me han diagnosticadobcancer bilateral de mama, aun aguardobelnresultado de la biopsia, dia 14.Estoy muy asustada, tengo lagunas del sitio donde estoy geográfico mientras conduzco.
No quiero cocinar, cuando antes amaba hacerlo.
Necesito estar sola en casa y acompañada en la calle.
Me aturde la gente.
Gracias por leerme, también baja autoestima, cariños