El ADN de nuestras células puede sufrir mutaciones debidas al envejecimiento, a la exposición a factores de riesgo como el humo del tabaco, el amianto, o el alcohol, o bien pueden ser heredadas. La mayoría de mutaciones son neutras para el organismo, aunque otras pueden alterar el funcionamiento normal de las células, causando en consecuencia enfermedades como el cáncer.
Un oncogen es un gen encargado de controlar el crecimiento y división celular que ha sufrido un cambio en su ADN y no puede realizar su función correctamente. Uno de los más conocidos y estudiados es HER-2 o receptor 2 del factor de crecimiento epidérmico humano, que se encuentra mutado en un 25% de los casos de cáncer de mama.
¿Cómo funcionan los oncogenes?
Cuando un determinado gen, por ejemplo HER-2, funciona correctamente, ayuda a las células de los tejidos a controlar la división y reparación celular de forma equilibrada. Si sufre una mutación y se convierte en oncogen, se comienzan a crear copias de este de forma descontrolada (lo que llamamos amplificación o sobreexpresión) provocando que se pierda el equilibrio. Esto hace que las células comiencen a dividirse de forma descontrolada y que puedan llegar a fallar algunos de los mecanismos de reparación de las células, favoreciendo el crecimiento y la supervivencia del tumor.
La terapia dirigida
Para tratar este tipo de tumores, se utiliza una clase de fármaco, diferente a la quimioterapia, que actúa de forma selectiva contra oncogenes concretos. A estos tratamientos se los conoce como terapias dirigidas.
La terapia dirigida de referencia contra el cáncer de mama HER-2 positivo es el Trastuzumab. Este fármaco se encarga de bloquear la acción que desencadena la amplificación o sobreexpresión de HER-2 ayudando a las células a volver a dividirse y repararse de forma correcta. Se puede administrar después de la quimioterapia o en combinación con quimioterapia cuando el cáncer de mama sea metastásico.
En el punto contrario a HER-2, encontramos a BRCA1/BRCA2 (cáncer de mama 1/2, por su traducción), un gen que frena la división descontrolada (a estos genes se los conoce como supresores de tumores). Cuando sufre una mutación, a diferencia de HER-2 que gana la capacidad de acelerar la división, BRCA1 pierde la capacidad de frenar esa división. Ambos procesos, aunque contrarios, contribuyen al desarrollo del tumor.
Fuentes:
Silver D, Livingston D. Mechanisms of BRCA1 Tumor Suppression. Cancer Discov. 2012 Aug; 2(8): p. 679-684.
European Medicines Agency. [Online]. Available from: https://www.ema.europa.eu/en/documents/product-information/herceptin-epar-product-information_es.pdf.
European Medicines Agency. [Online]. Available from: https://www.ema.europa.eu/en/documents/product-information/lynparza-epar-product-information_en.pdf.
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