¿Qué es el cáncer?
El cáncer es una enfermedad causada por un crecimiento incontrolado de células, lo que llamamos tumor, que puede iniciarse en cualquier parte del cuerpo. Este crecimiento incontrolado causa problemas allí donde se produce. Además, las células cancerosas pueden emigrar a otros lugares del organismo, causando lo que se conoce como metástasis.
Existen más de 200 tipos diferentes de cáncer que pueden tener una mayor o menor agresividad y distintas posibilidades de desarrollar metástasis. En los últimos años la incidencia del cáncer ha aumentado. Esto se debe, en parte, a la mayor longevidad de la población, así como a la exposición a sustancias que promueven la aparición de la enfermedad, lo que llamamos factores carcinógenos, comúnmente denominados factores de riesgo.
Algunos tipos de cáncer pueden no formar tumores, como sucede en el caso del linfoma, la leucemia, el mieloma múltiple y otros cánceres hematológicos.
¿Cuáles son sus causas?
El cáncer es una enfermedad genética, es decir, es causada por mutaciones que sufren los genes que controlan el funcionamiento de nuestras células, especialmente cómo crecen y se dividen. Las alteraciones genéticas que causan cáncer se pueden heredar de los progenitores, aunque los cánceres hereditarios son infrecuentes. En la mayoría de las ocasiones, las alteraciones genéticas pueden surgir durante la vida de una persona como resultado de daños sufridos en el ADN por la exposición a determinados agentes como, por ejemplo, el humo del tabaco, la radiación y los rayos ultravioleta solares.
Los síntomas y signos del cáncer dependen del tipo de neoplasia y su localización. Dichas manifestaciones derivadas de la presencia del tumor pueden ser muy variadas como la aparición de un bulto de rápido crecimiento, fatiga, pérdida de apetito y consecuente pérdida de peso.
Se debe tener en cuenta que la gran mayoría de signos o síntomas del cáncer son comunes a las de otras enfermedades. Por lo tanto, dependiendo de la sintomatología, se realizarán pruebas específicas orientadas a realizar el diagnóstico de la enfermedad.
¿Cómo se diagnostica y trata el cáncer?
El diagnóstico del cáncer se realiza, en la mayoría de las ocasiones, tomando una muestra de células que están en crecimiento (biopsia). Dicha muestra es analizada por un médico patólogo que dará un diagnóstico. Una vez identificado el carcinoma, se realizarán estudios moleculares y pruebas radiológicas para valorar su extensión.
Tanto la clasificación como la extensión del tumor se evalúan con la biopsia y las pruebas radiológicas. Así, puede catalogarse en un estadio (normalmente de I a IV, tomando el IV como el más avanzado), lo que ayuda a predecir el pronóstico y la probabilidad de curación.
El tratamiento del cáncer incluye tratamientos locales, como la cirugía o la radioterapia, y tratamientos sistémicos (aquellos que se administran en el torrente sanguíneo), como la quimioterapia o la inmunoterapia. El tipo de tratamiento empleado dependerá del tipo de carcinoma y el estadio en el que se encuentre.
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