Rubén ganó el último set, pero quién iba a decirle cuando llegó a Barcelona con tan solo 14 años, dispuesto a conquistar el mundo, que no iba a ser contra otro deportista como él, sino que iba a tener que enfrentarse a un rival muy distinto llamado cáncer. Su historia es una de superación personal, fuerza y optimismo. Rubén destacaría entre los testimonios de linfoma de Hodgkin por su continua victoria contra el cáncer desde los 17 años.
La primera victoria de Rubén frente al linfoma de Hodgkin
Desde muy pequeño Rubén se volcó en el tenis, por ello, abandonó su ciudad natal, Jaén, para empezar una dura carrera como deportista. Prueba de su valía es que con 17 años ya había podido entrar en el ranking internacional de la ATP. “Había jugado un partido en el que había dado uno de mis mejores rendimientos y al día siguiente tenía la final de un Nacional -recuerda Rubén- pero me desperté con un bulto en el cuello”.
Aquel bulto en el cuello resultó ser un Linfoma de Hodgkin. “Se me paró la vida”. En seguida, su entrenador lo puso en manos de los mejores especialistas y empezó el tratamiento. “Los primeros días después de una sesión me sentía muy raro, intoxicado, pero a la que me recuperaba intentaba seguir entrenando -explica- no podía fallar ni decepcionar a nadie”. Probablemente su mentalidad de deportista le ayudó a afrontar la enfermedad, y tras 6 meses de tratamiento -quimioterapia y radioterapia- consiguió superarlo.
El partido sigue adelante a pesar de las recidivas
Lamentablemente, 4 años más tarde, cuando ya se estaba reincorporando en ligas internacionales y recuperando su rendimiento, el cáncer reapareció. Y esta vez lo hizo de forma más agresiva. Se sometió a un autotrasplante de médula ósea: “si estoy aquí es gracias a la Fundación Josep Carreras, ellos se encargaron de buscar un donante”. Pero no funcionó. La recidiva hizo acto de presencia cuando Rubén tenía 21 años.
Un donante que tardó 8 meses. “Tenía miedo porque sabía que iba a ser duro y lo pasaría mal, pero gracias a ese donante y a la Fundación he conseguido superar la enfermedad”.
“Gracias a un donante puedo seguir viviendo y disfrutar de mi gran pasión”.
Ahora ya hace más de 15 años que superó el cáncer y, aunque le han quedado secuelas debido a la enfermedad y los efectos secundarios del tratamiento, puede seguir viviendo de su gran pasión: el tenis. “El deporte me ayudó a superar la enfermedad tanto físicamente como mentalmente – comenta- y la enfermedad me ha enseñado que lo más inteligente es adaptarse y a aprender a vivir con lo que te da la vida y ser feliz”. Desde entonces, Rubén ha colaborado activamente con la Fundación Josep Carreras y también está dando apoyo a otras asociaciones y pacientes que se han encontrado en su misma situación.
Rubén es un gran ejemplo de fuerza y optimismo y estamos seguros de que su testimonio será de gran inspiración para otras personas, gracias por compartir tu historia con nosotros.
Unimos personas y ciencia porque compartir es avanzar.
2 comentarios
Me ha emocionado y alegrado este artículo. Ojalá yo tuviera tanta suerte. Me alegro mucho por Ruben. Gracias estos casos no ayudan a seguir adelante.
Muchas gracias por tu comentario Lidia, nos alegramos que te haya gustado leer la historia de Rubén.
Un abrazo de parte del equipo MatchTrial.