La quimioterapia consiste en el uso de uno o varios medicamentos para destruir las células tumorales, basándose en el hecho de que estas células normalmente se dividen rápidamente. Sus efectos secundarios se deben al daño provocado a las células normales, especialmente a aquellas que también se dividen rápidamente, como las células de la médula ósea, del folículo piloso y del tracto gastrointestinal.
Mientras que la inmunoterapia aprovecha la respuesta inmunitaria natural del cuerpo contra el cáncer para atacarlo y destruirlo. Es muy específica contra las células tumorales, lo cual limita su toxicidad hacia las células sanas.
En general, se espera que estos medicamentos provoquen menos efectos secundarios en las células normales que la quimioterapia, pero los efectos secundarios de la inmunoterapia también podrían ser sustanciales.
¿Cuáles son los efectos secundarios de la inmunoterapia?
Se trata de una terapia relativamente específica porque tiende a reconocer las células anormales del tumor y no las sanas, pero no es inocua, ya que a veces, puede hacer que el sistema inmunitario ataque las células sanas, lo que puede provocar efectos secundarios. Los efectos secundarios de los diferentes tipos de inmunoterapia difieren según el tipo de tratamiento. Algunos de ellos pueden producir una reacción local en la zona de inyección causando:
- Dolor e inflamación
- Hinchazón
- Enrojecimiento
- Picazón
Suelen provocar síntomas similares a los de la gripe (fiebre, escalofríos, debilidad, dolor de cabeza, dolores de articulaciones y músculos), pero pueden afectar a cualquier órgano o tejido, afectan con mayor frecuencia a la piel (erupción, picazón, enrojecimiento, sequedad) y al aparato digestivo (diarrea, vómitos, náuseas), y con menor frecuencia a los pulmones, al hígado, al páncreas, a los riñones, a los ojos, al corazón, a la sangre, a los órganos endocrinos (glándula pituitaria o la glándula tiroides) y al sistema nervioso. Normalmente aparecen a las pocas semanas o meses de iniciar el tratamiento, pero pueden surgir en cualquier momento durante el tratamiento, incluso tan sólo días después de la primera infusión, aunque a veces pueden llegar a presentarse hasta 1 año después de que el tratamiento haya terminado.
La mayoría de estos efectos secundarios son de leves a moderados y son reversibles si se detectan temprano y se abordan de manera adecuada, de modo que muy importante comunicarle al médico o a su equipo oncológico la aparición o el empeoramiento de cualquier síntoma, así como cualquier síntoma que le preocupe.
Es muy extraño, pero pueden causar una severa, a veces fatal, reacción alérgica en personas sensibles a ciertos componentes del tratamiento.
¿Cómo se administra?
Puede administrarse en formas diferentes:
- Intravenosa, subcutánea
- Oral
- Tópica
- Intravesical (directamente en la vejiga)
La inmunoterapia cada vez juega un papel más importante en el tratamiento del cáncer y se sigue investigando en la búsqueda de tratamientos más eficaces, seguros y mejor tolerados.
Fuentes:
Cancer.Net® American Society of Clinical of Clinical Oncology (ASCO) y MedlinePlus Enciclopedia Médica Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU.
Farmacéutico especialista en Farmacia Hospitalaria en el ámbito de la Onco-Hematología