Hace unos días Dani Rovira dio una de las mejores noticias de su vida: “Hoy es el primer día del resto de mi vida. ¡ESTOY CURADO!”, publicaba en sus redes. Tras ocho sesiones de quimioterapia y otras cuantas de radioterapia, ha conseguido ganar la lucha contra el cáncer que le diagnosticaron 6 meses atrás.
El tumor que se le diagnosticó a Dani es un linfoma de Hodgkin, un tipo de tumor hematológico que afecta a los linfocitos. En general, podemos decir que es una de las enfermedades con mayor tasa de curación (por encima del 70% globalmente).
Rovira ha compartido gran parte del proceso en sus redes sociales, siempre con la alegría y vitalidad que lo caracterizan, generando un cordón de positividad y concienciación acerca del cáncer. En una entrevista con Juan Carlos Ortega habló acerca de cómo transcurrieron las distintas etapas de la enfermedad desde que descubrió que tenía cáncer. «Me noté un bulto sospechoso encima de la clavícula izquierda que iba un poco más», explicaba Dani, que decidió consultarlo con unos amigos médicos que le recomendaron ir al hospital. «Si a la semana no ha pasado que fuera a mirármelo a un hospital… Habían pasado dos días desde que se decretó el estado de alarma».
Desde que le diagnosticaron cáncer empezó muy rápido el tratamiento con quimioterapia «Llegaba al hospital a las 9 de la mañana, me sacaban sangre para ver cómo tenía las defensas. A partir de ahí, en el laboratorio me hacían los jarabes y eran cuatro bolsas de quimio intercaladas con bolsas de suero y algún otro medicamento. En total litro y medio que te meten en vena hasta que salíamos de allí a las tres y media de la tarde. Haces amistad con la gente, no te queda otra», ha contado, aprovechando para agradecer a los sanitarios que estuvieron a su lado.
Dani Rovira es un ejemplo de superación para todos, y admiramos mucho cómo se ha abierto durante todo este duro proceso dando voz a lo que muchas personas padecen cada año.
Unimos personas y ciencia porque compartir es avanzar.