El término TNM juega un papel fundamental en la clasificación del cáncer. Esta clasificación evalúa la extensión del tumor primario (T), la afectación de los ganglios linfáticos (N) y la presencia de metástasis a distancia (M). El sistema TNM es esencial para determinar el estadio de la enfermedad y, en consecuencia, para orientar el diagnóstico y el tratamiento más adecuado para cada paciente. En este artículo de blog, exploraremos en detalle el significado y la importancia del sistema TNM en el abordaje de estas patologías y cómo ha contribuido a mejorar el pronóstico y la atención a los pacientes afectados.
Más allá de los síntomas: ¿cómo se diagnostica el cáncer?
Cuando hablamos de tumor, cáncer, linfoma o leucemia, nos referimos a enfermedades causadas por un crecimiento o proliferación anormal de células en los tejidos que constituyen nuestros órganos. El cáncer es una enfermedad que afecta de manera diferente a cada persona. Esto hace que sea importante profundizar en cada situación individual de la enfermedad para poder ofrecer datos fundamentales sobre su comportamiento, pronóstico, o incluso el tratamiento adecuado para cada paciente. Sin esta información, los médicos no podríamos brindar a nuestros pacientes una orientación adecuada sobre cómo abordar la enfermedad.
La precisión en el conocimiento de estas enfermedades nos permite orientar mejor cada diagnóstico y con ello el tratamiento. Dado que los tratamientos antitumorales son por lo general muy agresivos (cirugía, quimioterapia, radioterapia, inmunoterapia, terapias dirigidas, etc.) es fundamental tener la seguridad de que son la mejor opción terapéutica para el paciente, basándonos en experiencias previas de casos similares.
En cada paciente, existen dos diagnósticos esenciales que nos permiten compararlos con casos similares de pronóstico parecido. Así podemos aplicar el conocimiento adquirido en muchos otros casos anteriores en el paciente actual. Estamos hablando de diagnóstico anotomapatológico y diagnóstico de extensión o estadiaje (TNM, que analizaremos con más detalle más abajo).
El diagnóstico anatomopatológico es la identificación de una enfermedad oncológica mediante el examen de células o tejidos bajo el microscopio. Los avances en el conocimiento de la biología molecular de las enfermedades han permitido en ocasiones encontrar diferencias entre enfermedades que, sin el uso de las técnicas más actuales, serían difíciles de distinguir. Estos avances cobran una importancia cada vez mayor en el ámbito médico. Por ejemplo, la detección de alteraciones en el genoma de las células tumorales nos ha permitido la utilización de terapias dirigidas con unos resultados en ocasiones revolucionarios.
¿Cómo funciona el TNM?
Para poder comparar la situación de un paciente con otro, se dispone de una clasificación de la extensión o estadiaje para cada tipo de enfermedad tumoral. Al disponer de datos sobre el comportamiento habitual de cada tumor, podemos realizar dicha clasificación que es muy orientativa a la hora de diseñar una estrategia terapéutica. En el caso de los tumores sólidos es muy frecuente que éstos tengan una progresión local antes de diseminarse; cuando lo hacen, suelen hacerlo inicialmente por vía linfática (ganglios) y más tardíamente por vía sanguínea (hematógena).
La clasificación TNM atiende a la evolución de la enfermedad, de manera que la T se refiere a la extensión local del tumor, la N se refiere a la extensión linfática o regional (nodo linfático), y la M se refiere a la aparición de metástasis a distancia (en otros órganos como, por ejemplo, a nivel óseo, hepático o pulmonar).
Clasificación TNM
La T puede oscilar de 1 a 4, donde T1 sería un tumor pequeño y limitado a la mucosa, T2 suele ser un tumor más grande o la afectación de estructuras más profundas, T3 sería un tumor aún mayor y T4 suele ser la invasión de estructuras próximas de órganos colindantes (lo cual hace en ocasiones inviables una operación radical).
La N puede oscilar de 1 a 3 y nos indica el número de ganglios linfáticos afectados, de modo que N1 es la afectación de pocos ganglios y N3 suele ser una situación relativamente avanzada por la presencia de muchos ganglios afectos o por la afectación de ganglios regionales algo más distantes. Lógicamente la afectación ganglionar ensombrece el pronóstico y, en muchas ocasiones, obligará a la realización de un tratamiento complementario incluso cuando no haya enfermedad a distancia.
La M puede ser M0 si no se han detectado metástasis a distancia o M1 cuando éstas sí han sido detectadas. En ocasiones se presentan lesiones ganglionares a distancia, que se consideran igualmente M1.
Cuando no se puede concretar el tamaño exacto del tumor inicial se utiliza la definición «Tx». En caso de no tenerse la plena seguridad sobre la presencia de ganglios afectados, se utiliza «Nx». De igual manera, se utiliza «Mx» cuando existen dudas sobre la presencia de una lesión metastásica a distancia. Cuando los datos son los derivados de la exploración clínica y de las pruebas de imagen, se utiliza el subíndice «c» (Ejemplo: cT2cN1cM0). En cambio, cuando se obtienen de la pieza quirúrgica analizada por un servicio de anatomía patológica se utiliza el subíndice «p» (Ejemplo: pT3pN2cM0), aportando ambos criterios información complementaria.
¿Para qué sirve el TNM?
El estadio de la enfermedad aporta una información global y resume la información derivada de la clasificación TNM y en ocasiones otros factores pronósticos como, por ejemplo, los marcadores tumorales para ciertas enfermedades como los tumores germinales testiculares. En el caso de los tumores sólidos, la presencia de metástasis supondría un estadio IV, mientras que los tumores más precoces se definen como estadio I, y tienen lógicamente un mejor pronóstico.
Cada tipo de tumor tiene una clasificación propia. Este capítulo pretende únicamente dar una versión comprensible sobre unos criterios de clasificación complejos utilizados para definir la situación evolutiva de los tumores sólidos; esta información debe de ser siempre complementada con la aportada por el especialista para cada situación concreta.
Licenciado en Medicina y Cirugía especializado en oncología médica, así como Master de Cuidados Paliativos y Tratamiento del Dolor por la Universidad Autónoma de Madrid. Ha ejercido en como oncólogo médico tanto en España como en Alemania, Suiza y actualmente Francia
2 comentarios
Gracias muy buena información,,hasta el momento el mejor remedio paliativo que uso es el limón 🍋 y el oxígeno me ayuda a mi cáncer
Hola Ana,
De nuevo, muchas gracias por dedicarnos estas palabras y compartir con nosotros cómo llevas tu día a día. Es importante compartir con otros pacientes que pasan por lo mismo los «trucos» que nos ayudan a soportar la enfermedad.
Un abrazo.